Me despierto sobresaltada al escuchar un lloro
desconsolado. Me levanto de la cama a cien por hora, mi pequeña está llorando,
la cama está vacía y por un segundo mientras atravieso el pasillo a toda
velocidad me convenzo a mí misma de que todo ha sido un sueño. Le echo
demasiado de menos, tiene que ser eso.
Entro susurrando para calmar a mi niña, pero la cuna está
vacía, el corazón se me para en el sitio, sigo escuchando su llanto, me dirijo
al salón y le veo. La estampa con la que he soñado tantas veces.
Al está meciendo a Alexia y le habla al oído, se le ve buena
intención, pero está claro que no ha cogido a un bebé en su vida. Sonrío y me
acerco a ellos, en cuanto mi hija me ve se le pasan todos los males, las dos
estiramos los brazos y en cuanto la cojo la estrecho fuerte entre ellos.
¾
Me parece que tenemos que hablar Minny ¾ dice Al con un
brillo en los ojos que no sé identificar ¾ no conseguí
entender a Lucas cuando me hablaba de un hijo, pensé que se refería a Francisco
¾
No, se refería a Alexia, mi hija pequeña ¾ le miro
temiendo su reacción, no sé si me asusta más el hecho de tener una hija y no
habérselo contado o que averigüe quién es el padre en realidad, el parecido es
tan asombroso que es imposible no adivinarlo
¾
¿Por qué no me lo dijiste? ¾ da un paso
hacia delante y me mira fijamente ¾ te habría
ayudado, no tendrías que hacerlo sola
¾
Sí que tenía que hacerlo sola Al, ¿ya no te acuerdas de todo lo que pasó? ¾
puedo ver cómo la frustración se apodera de él ¾
yo te quiero Al, siempre te he querido, pero fueron demasiadas cosas, extrañas
coincidencias, mentiras veladas y segundas intenciones… era demasiado para mí
¾
He cambiado, te lo juro Minny, ya no soy como era y si me das una oportunidad
te lo demostraré ¾ habla con
convicción, puedo sentir que es sincero y eso me calienta la sangre haciendo
que mi corazón lata con fuerza
¾
Tienes muchas explicaciones que dar ¾ digo tras
suspirar ¾ Vanessa, Lucas
que al parecer no se llama Lucas, la extraña relación que tenéis entre
vosotros…
¾
Te lo contaré todo ¾ se acerca
hasta quedar casi pegado a mí ¾ te quiero
Minny, siento mucho haber sido un… ¾ mira a la niña
y tuerce el gesto ¾ tan mala
persona
Me muero de ganas por sentarme en el sofá y que empiecen
las explicaciones, mi mente funciona a toda velocidad, no puedo evitarlo, pero
en ese momento Alexia decide que ella es la prioridad y con una gran sonrisa en
la boca voy a la cocina a prepararle el desayuno.
Al me sigue, está en silencio, observa cada uno de mis
movimientos y yo le miro de reojo, pero su expresión no me revela nada en
absoluto. Mientras más me contempla más nerviosa me pone, necesito el consejo
de las chicas, ¿le parecería muy mal si cojo el teléfono para contarles lo que
había pasado?
Mientras mi pequeña se come el desayuno, Al no deja de
mirarme, por lo que decido coger el toro por los cuernos y afrontar las cosas
de una vez. Reconozco que verle medio desnudo en mi cocina me hace suspirar,
pero ahora ya no puedo pensar solamente en mí, ahora hay demasiadas personas
implicadas en esta historia.
¾
Puedes hablar cuando quieras ¾ le miro
fijamente intentando no lanzarme a sus brazos ¿cómo es posible que mi cuerpo
reaccione siempre igual? ¡Menudo traidor está hecho!
¾
Minny… yo… ¾ en cuanto soy
consciente de sus dudas tengo que reprimirme para no abofetearle
¾
¡Ni se te ocurra! ¾ le grito ¾
dices que me quieres y me suplicas que no te deje ¾
estoy tan alterada que incluso Alexia me mira sorprendida ¾
pues si no quieres que te eche de mi casa a patadas más te vale que empieces a
hablar y por tu bien, espero que sea la verdad
¾
La verdad es muy complicada ¾ susurra pero
le he oído
¾
Ya… y a Lucas y a ti se os da muy bien manipularla ¾
le deseo con todas mis fuerzas, pero no puedo seguir bailando entre dos aguas
¾
Como quieras ¾ suspira
finalmente ¾ Lucas y yo nos
conocimos hace unos años, entramos juntos en el cuerpo de bomberos y desde el
primer momento entre nosotros ha existido siempre una especie de conexión, si
él tiene algo yo lo deseo de una forma enfermiza y a él le pasa lo mismo, sin
darnos cuenta empezamos a compartir mujeres, todo era divertido, excitante,
lujuria en estado puro, hasta que Vanessa entró en juego. Hasta entonces todo
había sido tríos sexuales que duraban dos semanas, nada de confidencias, nada
de charla, nada de nada, solo sexo y cuanto más duro mejor
¾
Joder… ¾ creo que me
estoy mareando, llevo dos malditos años sintiéndome culpable por haber perdido
la cabeza por culpa de estos dos y ahora resulta que lo tenían todo estudiado ¾
¿cuántas? ¾ me mira
confuso ¾ ¿cuántas
mujeres?
¾
Más de las que puedo recordar ¾ responde
dejando caer los hombros
Intento concentrarme en atender a Alexia, tengo que
cambiarle la venda del brazo y ponerle de nuevo la crema, pero el esfuerzo es
sobrehumano, el corazón me late a toda velocidad, por un lado no estoy segura
de querer saber el resto de la historia, pero por otro soy consciente de que
jamás podré tener una relación con Al ni con nadie si no aclaro todo esto.
¾
Minny, para nosotros sólo era un juego… no creíamos que le hiciésemos daño a
nadie, hasta que apareció Vanessa y subió las apuestas, con ella alcanzamos el
clímax, se trataba de la dominación total ¾
tengo que reprimir las arcadas que siento ¾
tanto a nivel físico como psicológico, incluso la obligamos a operarse para que
cambiara de aspecto, pero en algún momento se descontroló y se volvió loca.
¾
Menudo par de hijos de p… ¾ me reprimo
porque mi hija está delante ¾ ¿te extraña
que se volviese loca? ¾ Le fulmino con
la mirada
¾
Lo cierto es que no, pero estaba fuera de control, ahora está mejor, por lo que
sé, lleva un año internada en un centro
¾
¡Joder! ¡Qué magnánimos sois! -exclamo llena de ira ¾
le habéis destrozado la vida, ¿eso es lo que queríais hacerme a mí?
¾
No ¾ responde sin pensar ni un segundo ¾
tú siempre fuiste distinta, desde el primer momento en el que te vi, supe que
aunque hiciéramos un trío y viviéramos varias aventuras sexuales, jamás te
haría lo que le hicimos a ella ¾ clava sus ojos
en los míos como si quisiera una respuesta
¾
¿Se supone que debo darte las gracias? ¾ me mira
confuso ¾ ¿tienes idea
de lo mucho que he sufrido? ¡Por Dios Al! Me quedé embarazada de Lucas y tengo
una hija
¾
Eso no estaba en mis planes, puedo asegurártelo ¾
dice apretando la mandíbula y mi ira aumenta por segundos ¾
y supongo que tampoco en los tuyos, ya lo sé ¾
levanta las manos en señal de derrota
Mientras Al me cuenta su particular modo de vida (no he
usado un eufemismo mayor en toda mi vida), yo acuno a mi hija contra mi pecho,
es lo único que me mantiene serena, creo que si ella no estuviese conmigo ya
estaría pegándole una paliza o tirándomelo sobre el sofá, no lo tengo claro.
Estoy furiosa, herida, me siento muy confusa, pero aun así, no puedo evitarlo,
le miro y le deseo con cada fibra de mí ser y creo que estoy empezando a perder
el juicio.
¾
Necesito tomar el aire Al ¾ digo
finalmente ¾ no puedo
seguir aquí encerrada contigo ¾ pongo rumbo a
mi habitación para vestirme
¾
Podemos ir a dar un paseo con Alexia ¾ me mira con
tanta ternura que no puedo evitar derretirme ¾
por favor Minny… déjame formar parte de tu vida, haré lo que me pidas
Le miro sin saber muy bien qué decir. Unos minutos más
tarde, ya estamos todos preparados para salir a dar un paseo, hace un día
espléndido, el sol brilla en el cielo y me dan ganas de reír a carcajadas por
la ironía, mi vida es una tormenta emocional pero el clima es soleado y
tranquilo.
Pero en cuanto salimos a la calle tanto Al como yo nos
quedamos paralizados.
¾
¡Maldito hijo de puta! ¡No has perdido el tiempo! ¾
Lucas nos mira lleno de ira y a mí se me congela la sangre en las venas
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