Capitulo 7 . El vecino de Al lado

 

«¿Qué son esos pitidos?, se me están clavando en la cabeza. ¡Mierda!¡Mierda!»

Anoche se me olvidó quitar el sonido al móvil, seguro que mi pandi de amigas vieron mi Whatsapp y están impacientes porque les cuente. ¡Tengo que encontrar el maldito teléfono o van a despertar a Francisco!

Empiezo a buscar por el suelo entre mi ropa tirada de cualquier forma. Estaba demasiado caliente como para pensar en ser ordenada, en ser esa madre que llevo dentro. Por fin encuentro mi bolso desde donde proceden los molestos sonidos. Lo pongo en silencio y abro el WhatsApp del grupo de lectura. ¡Hay 196 mensajes! ¡Pero si aún no han puesto ni las calles!

 

¡Chicaaaaasssss!, no tengo tiempo de leer todos los mensajes o llegara tarde Francisco al cole, pero os voy a dar unas migajas...

“Mi bombero” es una maquina sexual, si no fuera porque tuvo que irse a apagar otro incendio ahora mismo tendría que estar en urgencias haciéndome curas para poder cerrar las piernas…

¡Wow! ¡Todavía no me lo creo!

 

Llevo desde esta mañana esperando que suene el timbre. Mientras, me entretengo poniendo al día a las chicas que no me han dado ni un descanso.

¡Nada!, por aquí no aparece ni el cartero. Quizás cuando estaba llevando al crío al colegio ha pasado a verme y no me ha localizado, tiene que ser eso, me repito una y otra vez.

De repente, a media tarde, oigo el timbre de la casa de enfrente, no están llamando, nooooo, lo están aporreando con rabia. Salgo corriendo hacia la puerta del recibidor y cuando estoy cerca, con sigilo, me asomo por la mirilla. «¡Menuda morenaza! ¡Y esa no va vestida de Primark!»

Sigue insistiendo con mala leche pero no se abre la puerta. ¿Qué se habrá creído esa top model curviforme? ¡El bombero es míiiioooo! Me dan ganas de gritarle, pero claro, como soy muy prudente y además sería un poco bochornoso que me pillara, me muerdo la lengua.

Pasan unos minutos y, cuando ya creía que se iba a ir la lagartona, resulta que un Al con cara de sueño, despeinado y con unos boxes, ¡qué madre mía como le quedan!, abre la puerta y al verla, con los ojos como platos, no menos que los míos que no pueden dejar de observar esa anatomía perfecta, con esas arruguitas que se le han marcado de las sabanas y que me  están haciendo que me derrita como gelatina al sol, le pregunta como si tal cosa:

—¿Se puede saber cómo me has localizado? Creía que estaba muy claro que no quería volverte a ver.

—Si pensabas que podías deshacerte de mí tan fácilmente, es que todavía no me conoces.

Lo aparta de la entrada de un culazo y pasa contoneando sus caderas bajo ese vestido mini súper ceñido haciendo sonar sus tacones de diez centímetros por lo menos.

Al mira hacia mi casa como si sospechara que yo estoy espiando y cierra la puerta dejándome con la boca abierta de par en par. ¡No me lo puedo creer, me ha dado con la puerta en las narices! «Ahora ¿qué?, me tengo que enterar quién es esa y qué está pasando ahí dentro». Voy como una loca en busca del teléfono, no quiero perderme algo por no estar en mi puesto de vigilancia.

Menos mal que Francisco se iba a comer a casa de un amigo y hasta que acabe las actividades no viene, ¡estaría feo que me pillara en esta guisa!

Les voy contando lo que está pasando a las chicas, ellas no paran de bombardearme con sus consejos y comentarios cada uno más disparatado y divertido, pero tengo que hacer algo, no estoy dispuesta a que nadie me quite al juguete sexual mejor que he tenido y encima recién estrenado.

¡No!, no pienso consentirlo, además mi bombero tiene un puntito, aparte de ponerme cachonda en segundos, y ser el machomen con la mejor manguera que he visto, es detallista, tierno y divertido. «¡Ése es míiiiooo, mi tesoro!», últimamente estoy metiéndome demasiadas veces en el papel de Gollum. Sigue sin salir la fulana esa y yo estoy de los nervios, ya ha pasado una hora, no aguanto más.

Las chicas no se ponen de acuerdo, cada una da su opinión. Se nota que no son ellas las que se están jugando sus futuros y explosivos polvos. Voy a mandarle un mensaje privado a mi amiga India, ella no está en el grupo y conoce toda la historia, quizás otro punto de vista me venga bien, además, ella es un poco más comedida y romántica y puede que vea otra salida menos drástica que no sea tirar la puerta abajo de Al con solo puesta la ropa interior más sexy y unos tacones.

¡¡¡SOS, SOS!!! ¡Te necesito es urgente y muy serio!

Mi futuro está en tus manos.

Me estas asustando, ¿qué te pasa corazón?

Mi bombero, el mío, el recién puesto a funcionar, está ahora mismo con una pedazo tía en su casa......, y no sé ni quién es, ni qué hacer.

Jajaja, creía que era otra cosa.

No tiene gracia, es serio.

¡Perdón, perdón!, llevas razón, es muy serio, no debí tomármelo a broma.

Entonces...

Yo de ti esperaba, y luego, cuando se fuera, con la excusa de preocuparte por él por el incendio, iba y veía como reaccionaba, si estaba igual o le notas algún cambio.

 

Bueno... ya veremos…

sabes que no soy de las que se queda

con los brazos cruzados esperando

y más cuando hay tanto en juego,

pero gracias de todos modos.

Besitos, ya te contaré.

Suerte, y no hagas ninguna locura de la que luego te arrepientas.

Un besazo, corazón.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

©TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ♥ El Rincón de Xulita Minny | 5 de enero 2015